Hoy, hace un mes, me encontré con MAX, un joven de 16 años de edad, mide 54 de alto, con un peso de 300 libras en ese entonces. Cuando comenzamos a dialogar, Max y su servidor, fui percibiendo un alto grado de baja autoestima y de autoflagelación; a su vez, estaba sumergido en su infancia, en el maltrato verbal y físico de sus padres. En ese mismo momento, me mostró las fotos de su niñez, sorpresa que me llevé, porque de uno a ocho años de edad, su contextura física era de una persona normal y saludable. La única razón por la que estaba así era por el poco deseo que tenía de vivir, para él la vida no tenía sentido hasta ese momento. La única pregunta que se me ocurrió de inicio fue: ¿Cuánto vale tu vida? Y comenzamos a ver posibilidades en torno a lo que podría ser su vida, al regalo y contribución que él es para el mundo.
Lo primero que hicimos fue evaluar todo lo que había pasado en su vida hasta ese momento, en torno a todas sus áreas: familia, estudios, salud, servicio comunitario, espiritualidad, diversión… y me di cuenta que hasta ese momento todo estaba en cero, hasta el punto que había decidido quedarse en su habitación viendo televisión y comiendo. Surgieron preguntas como estas: ¿Esta es la vida que te mereces? ¿Hasta qué punto estás viviendo a plenitud todos los dones que fueron puestos en ti? ¿Te gustaría pasar de ser víctima de tu pasado y a ser creador de tu futuro? ¿Estás dispuesto a pagar el precio de transformar tu vida? Es decir, morir a la persona que has sido y dar paso a la persona que quieres ser. Y con palabras firmes y un deseo incesante de salir de allí me dijo “si estoy dispuesto”. Y hasta el día de hoy hemos ido trabajando y rediseñando cada momento, para ir adecuando las herramientas necesarias que le permitan retomar su vida y crear el futuro que se merece. Te comento que la primera semana trabajamos rompiendo con todos los paradigmas que hasta ese momento había construido, y basados en resultados, eran paradigmas que no funcionaban: “mis padres no me aman” “yo soy un bueno para nada” “para qué vivir, si a la larga la gente es mala y te hace daño”. Te comento que al día de hoy nuestro amigo Max ha bajado 10 libras, inició su escuela y comenzó un tratamiento que le apoyará en su desarrollo como persona. Y lo más importante, inició un proceso de limpieza de su pasado, y por ende su presente, perdonando a quienes tenía que perdonar, comenzando por su persona, luego su familia y el mundo. Hasta el día de hoy seguimos trabajando con resultados poderosos, creando momento a momento la vida que todo ser humano se merece.
Esa es parte de la historia de Max y quizás Max soy yo, o a lo mejor te represente a ti. Y me pregunto ¿Cuáles son los paradigmas que no funcionan en mi vida? ¿Por qué mi vida, mi presente, está tan lleno de mi pasado? Sin posibilidad, aparente, de crear un presente nuevo, amparado por el futuro que promete vida, pasión, entusiasmo, valoración, prosperidad, abundancia, encanto. ¿Hasta cuándo estaré en una postura de víctima, de “pobrecito de mí”,” por qué a mí”? ¿Cómo sería mi vida, si el día de hoy me doy la oportunidad de comenzar de nuevo? Comenzar a amarme, a valorar todo lo que a mi llega y ver en las circunstancia la posibilidad de crecimiento y transformación personal ¿Será que estoy dispuesto a pagar el precio de morir a lo viejo y abrirme a lo nuevo que espera latentemente por mí? ¿Estoy dispuesto a ser quién tenga que ser para lograr lo que me proponga? ¿Me daré la oportunidad de dejarme apoyar por otros y saber que no estoy solo en este camino de transformación constante? Y mi respuesta, al igual que Max, es SI: si a la vida, a la prosperidad, abundancia, si al amor, al servicio, al merecimiento y sobre todo al dejarme cuidar y amar por otros. Estoy listo para comenzar la aventura de crear todo cuanto necesite para SER en relación al mundo.
El día de hoy te invito a comenzar de nuevo, de cero. ¿Quién dijo que todo está perdido? ¿Hasta cuando tu vida va a depender de la opinión y definición que otros tengan de ti? ¿Cuándo vas a crear tu propio concepto de vida? Los comentarios de los demás sobre tu persona no es más que una opinión, tú eres más que eso, eres amor, vida, plenitud, cercanía, apoyo. Hoy es un gran día para decidir comenzar de nuevo, y vivir a plenitud. Declara, sin evidencia, lo que quieres y verás cómo lo tendrás. Comienza ya, a trabajar tu persona a profundidad y obtendrás los resultados que hace tiempo buscas. Pero todo ello será posible, si tú lo decides
