Veo allí afuera cantidad de personas que se comprometen con muchas cosas al mismo tiempo y a la larga terminan haciendo todos sus compromisos, pero a medias. Más fuerte aún, personas que dicen que van a hacer algo, no importa la magnitud, y cuando ese algo se va a dar, inventan cualquier excusa para no cumplir su palabra.
Cada vez es más, el número de personas que rompen, una y otra vez, su palabra. Decía doña Graciela, la persona que preparaba mi comida en Dominicana, cuando yo era estudiante, que si dejamos que nuestra palabra se caiga y se rompa una y una otra vez, llegará el momento en que no podremos repararla, ya la gente no creerá en nosotros y más aún, ni tú mismo creerás en ti.
Hoy es un gran día para comenzar a SER tu palabra. Si dices que estarás a una hora en un espacio, llegar; si haces un compromiso, cumplirlo; si dices te llamo en tantos minutos llamar en ese tiempo. Una vez eres tú palabra, la gente, tu, el mundo comienza a darte su voto de confianza. Hoy declara: YO SOY MI PALABRA y cada compromiso que haga, lo voy a cumplir no importa qué.